antes de madera
y ahora es de metal
a mano dura
el progreso va

cotorra asesina
se roba la cecina

si buscas en tu mente
atlas va a verte
el quiere conocerte
saludando como la gente

si la curiosidad mato al gato
ya estamos todos condenados

una noche sin estrellas
es como una noche sin ella
falta lo que inspira
y su danza eterna

ignoras lo que ves o ves lo que ignoras?
o simplemente nunca se pregunta cosas aparentemente tan insignificantes?
si los deseos de una persona fuesen monedas, cada uno tendria su propio banco
algunos con cientos y otros con miles de millones
de cierta forma, todos nuestros deseos son monedas
y como todas las monedas, los deseos tienen 2 caras
uno invoca a la compasion y la otra al odio
o simplemente son 2 deseos con una cara
cuanto puede aguantar uno hasta que se le parta la mente?
todo tiene un precio
puede que no lo vean
pero nuestra perdicion se paga con nuestros deseos
pensas ignorar esto o decidis no verlo?

Stanley Coleman
realmente seria la unica persona
con la que me puedo comparar?

si uno espera hay cambios
la gente no espera
simplemente todo queda igual
solo por querer las cosas rapido

la perdida es algo que no queremos
pero en un sueño lo olvidamos
el alma daríamos
por algo que tenemos
cuando en un sueño no hay precio
cuando despertamos lo olvidamos
lo recordamos y raro nos miramos

una manada de animales caminan por un pueblo
sin la humanidad controlandolos
esta claro que su reino les fue devuelto
y la paz volvio como el principio de los tiempos

las cosas simples
son faciles de encontrar
la felicidad es simple
pero pocos la pueden encontrar
algo tan simple
en frente de nuestros ojos esta
o tal vez la gente
sola va estar

palíndromos

Adivina ya te opina, ya ni miles origina, ya ni cetro me domina, ya ni monarcas, a repaso ni mulato carreta, acaso nicotina, ya ni cita vecino, anima cocina, pedazo gallina, cedazo terso nos retoza de canilla goza, de pánico camina, ónice vaticina, ya ni tocino saca, a terracota luminosa pera, sacra nómina y ánimo de mortecina, ya ni giros elimina, ya ni poeta, ya ni vida

Ricardo Ochoa